MEDITAR
¿QUÉ ES? ¿CÓMO EMPEZAR?


Meditar es estar presente, acallar la mente, observar…
Meditar es simplemente SER.

Meditar es sencillo, todo el mundo puede hacerlo, pero es conveniente seguir algunas pautas:

  • Mantener una postura, lo más estática posible.
  • Enfocar la mente. Hoy te propongo poner tu atención en la respiaración.
  • Observar los pensamientos y estar presente. Cada vez que nos demos cuenta que nuestra mente está pensando en cualquier cosa que no sea la respiración, simplemente volver a ella, sin juicios. Es completamente natural que la mente se entretenga o despiste con cualquier cosa.
  • Probar y buscar el método que te encaja. Hay muchas formas de meditar. Te aconsejo que busques la forma que más te convenza, la que sea más cómoda.
  • Para experimentar los beneficios de la meditación es necesario un compromiso. Constancia y persistencia son vitales para experimentar los resultados.

 
Beneficios de la meditación:
Físicos: libera el estrés, aumenta la producción de serotonina (hormona de la felicidad), fortalece el sistema inmunológico, disminuye la presión sanguínea y las molestias relacionadas con la tensión como el dolor de cabeza, los problemas musculares o de articulaciones, el insomnio…

Psíquicos: disminuye la ansiedad, estabiliza las emociones, aumenta la creatividad y la felicidad, desarrolla la intuición y genera claridad mental.

Espirituales: expande la consciencia, despierta la compasión, conocimiento de Sí mismo, reconexión con la esencia.

Cómo empezar a meditar:

  • Dedica 5-10 minutos todos los días a tu meditación, preferentemente por la mañana al despertarte.
  • Siéntate en una postura cómoda con la espalda recta, puede ser en el suelo con piernas cruzadas o una silla. Cierra los ojos y toma un par de respiraciones profundas.
  • Tómate un minuto para escanear tu cuerpo de los pies a la cabeza y observar si hay alguna molestia o tensión, si es así: inhala llevando el aire hacia esa zona y exhala intentando suavizarla.
  • Empieza a respirar de forma natural y pon en ella tu atención. Intenta imaginarte el recorrido del aire: como entra por la nariz, cómo llena tus pulmones y cómo sale lentamente. También puedes enfocarte y sentir cómo se hincha tu pecho al inhalar y como se encoge al exhalar. Realiza esta práctica durante cinco minutos. Si quieres, puedes utilizar una alarma para llevar un control del tiempo.
  • Observa tus pensamientos y déjalos pasar. Sin juzgar, sin analizar, sin entenderlos…
  • Para terminar, toma una respiración larga y profunda y comienza a moverte lentamente.

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